DIA
35 (16 Noviembre)
CONFIESA,
MEDITA Y VISUALIZA
Texto
del día:
Jos.1:8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Is.28:7 “…erraron en la visión,
tropezaron en el juicio”.
Hab.2:2
“…Escribe la visión, y decláralas en tablas, para que corra el que leyere en
ella.”
Gen.15:5
“Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas si
las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.”
Visión
del día
Hay
tres aspectos que debemos practicar si queremos ver realizada la visión de Dios
para nuestras vidas: la confesión, la meditación y la visualización. La
confesión es prestar tu boca para
repetir los dichos de Dios, las palabras tienen poder y son vida o muerte, en
esto radica el poder de la palabra de Dios confesada, tiene el poder de dar
vida y tanto tu como todo alrededor cambia cuando se confiesa la palabra, la
confesión te hace crecer en fe, recuerda a Dios su palabra, crea un futuro para
ti, limpia los aires, rompe todo tropiezo, genera grandes bendiciones, por eso
Dios nos insta a que su palabra esté en nuestra boca y en nuestro corazón. La
meditación es detenerte y profundizar en revelación de una palabra dada por
Dios, da lugar a que el Espíritu de Dios pueda escudriñar en ti con esa
palabra, es pensar insistentemente en ella pero buscando verdades más ocultas,
lo grandioso de la meditación es que fortalece tu espíritu, desata paz y
seguridad, y esa palabra se ancla a tu vida, así podremos ser uno con la
palabra. La visualización es el monitor celestial, es la habilidad del espíritu
del hombre de ver el futuro a través de la imaginación y la creatividad dada
por Dios, la palabra nos enseña en Joel 2:28 “que los ancianos soñarían sueños
y nuestros jóvenes verían visiones”, cuando nos encontramos con el propósito de
Dios nuestra visión pasa de ser netamente sensorial a ser la visión del
espíritu, de depender de nuestros sentidos a depender de la vida espiritual,
por eso la palabra en Lucas 11:34 “la lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu
ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es
maligno, también tu cuerpo está en tinieblas”
porque la visión que se tenga determina el curso de la vida. Es
importante creer en cada palabra dada por Dios pero al verlo podemos
confirmarlo y retenerlo como una imagen en nuestro interior, por eso la maldad
levanta ídolos que son imágenes sin valor pero que buscan interferir con las
imágenes que Dios nos dará a través de la visualización.
Declaración
de fe:
“Padre
Celestial, hoy confieso que he sido llamado para ser parte de este mover de
crecimiento para esta nación, puedo ver las multitudes y yo siendo parte de
ellas, cada día tu palabra profundiza en mí y trilla como el buey muy
profundamente, y produce que tu visión se despierte para ver el propósito
cumplido, lo confieso, medito y lo veo”.
Acción
del día:
1.-
Haga este ejercicio, cierre sus ojos y véase en su célula de crecimiento el día
de su cosecha celular, rodeado de cada una de las personas que invitó,
ministrando la palabra en el poder del espíritu, y señales y prodigios haciéndose
por sus manos.
2.-Haga una oración profética donde
confiese lo que ve, y confirme la buena palabra de victoria para ese día.
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