DIA
34 (15 Noviembre)
LA
PLENITUD DEL RESPALDO ETERNO
Texto
del día:
Mat.3:17 “Y hubo
una voz de los cielos, que decía: Este es mi hijo amado, en quien tengo
complacencia”.
Jn.1:12 “Mas a
todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios”.
Visión
del día:
Una de las grandes verdades que deben ser reveladas
a nuestras vidas y que nos permite caminar en autoridad, libertad y
responsabilidad es el hecho de ser “hijos de Dios”, porque podemos ser herederos
de todo lo del Padre y vivir como un esclavo (Gal.4:1), así como, podemos vivir
en la casa del Padre y sentirnos esclavos y no hijos, o comportarnos como hijos
ilegítimos por cuanto no administramos ni funcionamos responsablemente con sus
recursos (Lc.15:11-32), Ser un hijo de Dios es una acreditación divina para
manifestar todo su poder y potestad, pero que al mismo tiempo nos permite
conocer el corazón de amor del padre. El resultado de caminar como hijos
legales de Dios es el siguiente: 1) Se manifiesta la naturaleza divina, es la
naturaleza del nuevo hombre, entonces no sufre condenación, es libre del poder
del pecado, tiene una vida de fe y los frutos del espíritu están presentes, 2)
son guiados por el Espíritu Santo (Rom.8:14), por lo tanto pueden ser
instrumento de sanidad y milagros así
como pueden recibir la dirección clara del Espíritu para cualquier situación,
3) pueden administrar la gracia, el poder, los dones y todo lo que viene de
Dios, tienen el respaldo divino para manifestar al Padre en la tierra, 4)
pueden entrar con libertad al Padre, 5) todo lo del Padre les pertenece porque
tienen herencia en el Padre. Usted no es cualquier cosa, antes de ser
engendrado en el vientre de su madre se encontraba en Dios, usted fue una idea
de Dios, y él proveyó para usted un nivel de hijo, es un nivel muy cercano de
comunión. No se puede hacer la obra de Dios si primero usted no se identifica
como hijo de Dios, entonces podrá decir “en los negocios de mi padre me
conviene estar”, así podrá entender por qué le fue entregado todo el dominio,
el control y la autoridad sobre todo lo que le pertenece al Padre. Ore como
hijo, viva como hijo, piense como hijo, legítimos y maduros del Padre.
Declaración
de fe:
“Declaro que soy un hijo de Dios, que tengo su
naturaleza, sus genes y le pertenezco a él, por lo tanto tengo todo el respaldo
para hacer su obra, en ella tengo herencia y destino por eso el Reino de Dios
es mi gran negocio, vivo como un hijo amado, todo me pertenece y puedo
acercarme confiadamente a mi padre de amor, pienso como hijo, hablo como hijo,
veo lo que mi padre ve, y amo todo lo que viene de él”.
Acción
del día:
1.- Tenga un tiempo
de meditación de cómo ha sido su relación con Dios como Padre y pídale que se
revele como Padre para su vida.
2.- Llame a su padre biológico y/o espiritual y
háblele sobre lo importante que es para usted y bendígalo, ayúdelo en alguna
tarea, comparta tiempo con él.
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