miércoles, 20 de abril de 2016

Primeros Pasos - EL BAUTISMO - (tema 4)

"Por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva".
(Romanos 6:4)

El cuarto aspecto que consideraremos dentro de los primeros pasos a seguir por un nuevo creyente, es el bautismo en agua. Primero que nada, debemos entender que el bautismo no es un requerimiento para la salvación. Como ya sabemos, la salvación es un regalo provisto por el sacrificio de Jesús que se vuelve efectivo en una persona solo mediante el arrepentimiento y confianza en Él. Ningún mérito u obra se requiere de parte del pecador.

De tal forma que el bautismo no influye en la salvación de los pecadores. Sin embargo, el bautismo es una manifestación de una fe genuina en Jesucristo. Una persona que realmente se ha rendido a Él como Señor y Salvador, tendrá el deseo de obedecerle en todo. Y una de las primeras formas de expresar esa obediencia es cumpliendo con Su mandato de bautizarnos.

En realidad, el bautismo en agua es una señal exterior de algo que ya sucedió en tu interior. En el momento de la conversión fuiste perdonado y justificado delante de Dios, por lo que has muerto a tu antigua vida de pecado. El bautismo tiene como fin representar ese cambio. Como leemos en Romanos 6:4, al introducirnos en las aguas manifestamos nuestra muerte a la antigua vida, y al salir de las aguas manifestamos la vida nueva que tenemos en el Salvador resucitado.

La oportunidad para bautizarte en agua se presentara pronto y es bueno aprovechar la oportunidad. De esta forma estás manifestando a tus hermanos en la fe tu genuina conversión a Jesucristo.

Un aspecto final acerca del bautismo, pero no menos importante, es que éste debe ser administrado en el Nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (ver Mateo 28:19). Al expresar nuestra muerte y nueva vida en el bautismo en agua, también estamos manifestando que ahora consagramos nuestras vidas para la gloria del Dios único el cual, de acuerdo a las Escrituras, es eternamente el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (conforme crezcas en tu conocimiento de la Palabra de Dios, comprenderás un poco mejor la doctrina de la Trinidad).

Una vez que hayas completado estos primeros pasos (leer la Biblia, orar a Dios, asistir a la iglesia y bautizarte en agua), habrás apenas iniciado el trayecto por un largo camino que, como dijimos, estará lleno de obstáculos y luchas. Pero en el cual Dios te llevará a cada paso hasta que puedas declarar como el apóstol Pablo: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor" (Romanos 8:38-39).

También te sugiero que hables con tu discipulador para que te enseñe a través de los manuales que componen nuestros diversos materiales que consisten en una serie de lecciones con las cuales conocerás las doctrinas básicas de la fe Cristiana

domingo, 10 de abril de 2016

Primeros Pasos - LA IGLESIA - (tema 3)


"No dejemos de congregarnos, como es la costumbre de algunos, sino animémonos unos a otros".
(Hebreos 10:25)

Ya hemos tratado con la lectura de la Biblia y la oración, las cuales conforman el fundamento de nuestra relación personal con Dios. Sin embargo, el estudio de las Escrituras y la oración también deben darse en un ambiente de comunidad. Esta comunidad debe estar conformada por otras personas que se han arrepentido de sus pecados y han confiado plenamente en el Señor Jesús para salvación. Esta comunidad es la iglesia.

Cuando decimos iglesia muchas personas se imaginan el edificio o templo, mientras que otras relacionan el término con alguna institución religiosa específica. Pero, de acuerdo a la Biblia, la iglesia es la comunidad de creyentes alrededor del mundo unidos espiritualmente por su fe común en Jesucristo. Específicamente, en este tema, “iglesia” también nos referimos a una comunidad local que forma parte de esa comunidad mayor alrededor del mundo.

¿DEBEMOS CONGREGARNOS?

Hay quienes piensan que  no necesitan ir a la iglesia para adorar a Dios. Y argumentan que Dios está en todas partes y, por tanto, ellos pueden leer y orar en su casa.
Otros piensan que ir a la iglesia con regularidad es señal de fanatismo, por tanto, no asisten.
Y aun otros piensan que como todo en exceso es malo, asistir mucho a la iglesia también debe ser malo.

Lamentablemente, hay muchos hermanos que tienen en poco congregarse con la iglesia y por esa razón, se quedan en sus casas, en sus trabajos o se van a pasear. Este problema no es algo nuevo. También había algunos de los cristianos en el primer siglo que hacían lo mismo, por lo cual el escritor a los hebreos escribió estas palabras: “No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre”. ¿Qué significa entonces congregarse de acuerdo a la Biblia?

¿QUE ES CONGREGARSE?

1. Congregarse es reunirse como Iglesia. 1 Corintios 11.18: “Pues en primer lugar, cuando os reunís como Iglesia…”

2. Congregarse es estar reunidos en el nombre de Cristo. Mateo 18.20: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

3. Congregarse es perseverar. Hechos 2.41: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”

4. Congregarse es habitar juntos. Salmos 133.1: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”

5. Congregarse es ir a la casa de Dios. Salmos 122.1: “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.” Eclesiastés 5.1: “Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal” Esa casa de Dios es la iglesia. Entonces congregarse no es quedarse en la casa leyendo la Biblia o haciendo oración. Tampoco es entrar en la misa por internet desde tu casa y adorar. Eso no es congregarse. Congregarse es algo mucho más personal e íntimo.

DECIDE CONGREGARTE

Es muy importante que ahora que has rendido tu vida a Cristo, asistas a la congregación a fin de ser instruido en las verdades de la Palabra de Dios y donde también puedas servir a otros con los dones que Dios te ha dado.

IMPORTANTE

No existe una iglesia local perfecta, ya que está formada por seres humanos que están en el proceso de ser transformados, pero existen iglesias bíblicas y sanas. El siguiente paso es manifestar públicamente tu fe en Jesucristo. La forma de hacerlo en bautizándote en agua, y de eso hablaremos en el siguiente tema.

jueves, 7 de abril de 2016

Primeros Pasos - LA ORACION - (tema 2)

"Orad  sin cesar".
(1 Tesalonicenses 5:17)

Es maravilloso como un versículo tan pequeño puede contener una de las verdades más grandes de la fe. Orar sin cesar significa que en todo lugar y en toda circunstancia debemos mantener una vida de oración constante.

LA ORACIÓN Y LA BIBLIA

La oración es la forma en que podemos conversar con Dios. Así como Él nos habla a través de la Biblia, nosotros hablamos con Él por medio de la oración. Ambas prácticas deben ir de la mano para que realmente podamos disfrutar Su comunión.

¿DE QUÉ FORMA DEBEMOS ORAR?

Ahora bien, existe mucha confusión en el mundo acerca de lo que significa orar. Algunas personas simplemente repiten oraciones de memoria, mientras que algunos lo único que hacen es pedir y otros parecen tratar de darle órdenes a Dios. Por eso nos gustaría que analizáramos brevemente la forma en que Jesús enseñó a Sus discípulos a orar en Mateo 6:6-13.

En primer lugar encontramos dos mandatos acerca de la forma de orar. El verso 6 dice "tú, cuando ores, entra en tu aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en secreto". Aunque la oración pública también debamos hacerla,  es una buena costumbre (por ejemplo en la familia o la iglesia), Jesús resalta el alto valor de la oración individual. La forma en que cada individuo puede tener comunión íntima con Dios (momento y lugar donde pueda estar a solas con Él) es de vital importancia.

Luego el verso 7 dice "cuando ustedes oren, no sean repetitivos, como los paganos, que piensan que por hablar mucho serán escuchados". El problema en sí no es que se repitan las mismas palabras, sino que se repitan de forma mecánica. Es decir, si al orar de todo corazón repites lo mismo en varias ocasiones no hay ningún problema. El problema radica en repetir mecánicamente oraciones aprendidas de memoria que no salen del corazón.

¿CÓMO DEBEMOS ORAR?

A continuación, en los versos 9 al 13, el Señor indica a Sus discípulos qué contenidos debe tener una oración correcta. En estos versos se encuentra el conocido "Padrenuestro", el cual solo es un modelo a seguir y no una oración que deba repetirse de memoria (recuerda lo que decía el verso 7). Veamos esos contenidos:

1- "Padre nuestro, que estás en los cielos" (verso 9): La oración va dirigida solo a Dios. Nadie más en todo el universo tiene la capacidad de escuchar a todas las personas, en todos los lugares y en todo tiempo. Jesús enseñó que nuestras oraciones debemos hacerlas en Su nombre (ver Juan 14:13), lo cual quiere decir que cuando conversamos con el Padre lo hacemos reconociendo que tenemos acceso a Él por medio del único Mediador que es Jesucristo (ver 1 Timoteo 2:5).

2- "Santificado sea tu nombre" (verso 9): Esta es una expresión de adoración. Los ángeles en el cielo expresan su alabanza a Dios proclamando Su santidad (ver Apocalipsis 4:8). De la misma manera, nuestra oración debe incluir expresiones genuinas de adoración.

3- "Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo" (verso 10): Al orar siempre debemos pedirle a Dios que finalmente se haga Su voluntad y no la nuestra. No podemos intentar darle órdenes a Dios, debemos reconocer humildemente Su soberanía (control absoluto de todas las cosas). Sin embargo Él nos dio autoridad sobre la creación (material y espiritual - Génesis 1:28, Lucas 10:17-19)  

4- "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy" (verso 11): También debemos presentar delante de Dios nuestras necesidades en oración. Al hacerlo estamos reconociendo que dependemos completamente de Él. Nótese que antes de pedir primero adoramos a Dios reconociendo su Paternidad, señorío y poder.

5- "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores" (verso 12): Es importante que confesemos delante de Dios nuestras fallas y pecados con un corazón arrepentido. De la misma manera, es muy importante que entreguemos en Sus manos a aquellos que nos han hecho algún mal y los perdonemos así como Él nos perdonó a nosotros siendo que no lo merecíamos.

6- "No nos metas en tentación, sino líbranos del mal" (verso 13): Debemos pedirle a Dios que nos de la fortaleza para resistir las tentaciones que se nos presentan cada día y que nos guarde del poder de las tinieblas para, de esa forma, vivir una vida que le traiga alabanza.
Así que, hoy mismo busca un momento y lugar para estar a solas con Dios y conversar con Él. 

Expresa tu alabanza al Padre, pídele que se haga Su voluntad en tu vida, preséntale todas las necesidades que estás enfrentando, pide perdón por cualquier falla y perdona a quienes te ha ofendido, y pídele que te guarde de todo ataque y tentación. Platica con Él, recuerda que ahora es tu Padre celestial, y pídele todas las cosas en el nombre de Su Hijo por quien tenemos acceso a Él.
Conforme crezcas en tu conocimiento acerca de la Palabra de Dios, enriquecerás también más tu tiempo a solas con Él. Ahora bien, también es importante la comunión con Dios en comunidad. 

Aunque nuestra comunión con Él es personal, también debe expresarse con otros hermanos en la fe. Por eso hablaremos de la iglesia en el siguiente tema.